viernes, 18 de abril de 2014

HACIA DONDE APUNTA LA AUTOEVALUACION EDUCATIVA

CALIDAD EDUCATIVA EN NICARAGUA. ¿COMO ESTAMOS?
Ninguna de las 52 universidades de Nicaragua se encuentra en el Shanghai Jiao Tong University Ranking que evalúa cada año a 2 mil 490 universidades de América Latina y el Caribe.

En este ranking se analiza la calidad de los docentes (40 por ciento), la calidad en la investigación (40 por ciento), calidad educativa (10 por ciento) y la calidad de servicios (10 por ciento).

La razón de no aparecer en el ranking, según el doctor Benjamín Cortés, encargado del estudio “Evaluación y Acreditación de las Universidades de Nicaragua”, es porque no se cuenta con parámetros uniformes que midan estas calidades en el país.

Pero la falta de evaluación a la universidades no sólo ocurre en Nicaragua, afirma el doctor Cortés. De las 176 universidades contabilizadas en Centroamérica en el año 2003, sólo la Universidad de Costa Rica (UCR) aparece dentro del ranking, ocupando el puesto 22 entre las 50 mejores universidades de América Latina.

A pesar de eso, no es un dato halagüeño para la UCR pues en el ranking mundial se ubica en el escalón número 843, muy por debajo de la Universidad Nacional Autónoma de México que se ubica en la posición 1 de América Latina y en el puesto 59 a nivel mundial.

“Las universidades en general presentan compromisos relativos a la calidad de la Educación Superior, los cuales se evidencian en la formulación de planes de Mejoramiento Institucional, procesos de autoevaluación institucional y la participación en convocatorias de evaluación externa, pero son procesos independientes que apoyan en las universidades públicas, el CNU; y en las privadas, organizaciones como la Asociación de Universidades Privadas de Centroamérica (Auprica)”, destaca el doctor Cortés.

En el estudio, Cortés resalta que la capacidad instalada en las universidades de Nicaragua podría administrar 300 mil estudiantes con facilidad, el doble de la cantidad que ahora existe, pero no es posible debido a la economía de sobrevivencia.

“La retención estudiantil universitaria en los últimos años es muy baja, de apenas el 60 por ciento para las universidades públicas y el 70 para las privadas y la causa fundamental es la económica, la segunda de carácter académico y la tercera por asuntos familiares o falta de motivación”, comenta Cortés.

Un grupo de personas se agolpa frente a un mural protegido con un vidrio, en uno de los corredores de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua). Una de las mujeres, muy pequeña por cierto, reclama a los que están más cerca del mural que si ya revisaron deben irse para que otros puedan tomar nota sobre las fechas de prematrículas y exámenes de admisión.

Una escena similar, aunque con una enorme fila, se puede observar en las instalaciones de la Universidad Nacional de Ingeniería donde se han acercado muchos futuros bachilleres a conocer la oferta académica.

En las universidades privadas y semi privadas la tónica es diferente, pues se organizan “días con la universidad” o visitas a colegios privados para informar a los estudiantes sobre las carreras que ofrecen, puesto que es un mercado que ya pagó colegiatura de secundaria y no dudará en pagar por la universidad.

Sin embargo, pese a todas las campañas que realizan las universidades hay una interrogante a responder y es cómo garantizan que el estudiante va a recibir una educación de calidad.

En Nicaragua, de las 52 universidades existentes, 10 son públicas y el resto privadas. Entre todas atienden a 150 mil estudiantes que se reparten en un 51 por ciento en el sistema público y el 49 por ciento en universidades privadas. (Articulo tomado de La Prensa, Abril 2014)

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